Agua en las piernas: ¿es linfedema?
Unas piernas pesadas e hinchadas pueden indicar una enfermedad grave
Un día caluroso de verano, muchas horas de pie o el embarazo pueden hacer que se hinchen las piernas. Mientras esto sea una excepción, no pasa nada. Sin embargo, si los pies se hinchan más a menudo o incluso sólo de un lado, puede ser indicio de linfedema. Si la enfermedad se detecta a tiempo, puede tratarse bien. En nuestro artículo puedes averiguar qué es exactamente el edema, cómo se produce y cómo puedes reconocer sus síntomas.
El edema se produce cuando el líquido linfático se acumula y deja de drenar correctamente. El resultado son piernas y pies pesados, cansados y engrosados. La piel puede estar incómodamente tirante, y la ropa y las joyas pueden dejar marcas. También pueden producirse restricciones de movimiento.
Todo esto no sólo es muy desagradable: el edema duele y también puede tener consecuencias graves. Y es que el sistema linfático es muy importante para el sistema inmunitario.
¿Cuál es la función del sistema linfático?
El sistema linfático es una fina red de muchos canales y, por así decirlo, la estación de filtrado y desintoxicación del propio cuerpo. Cada día produce de dos a tres litros de líquido linfático (también llamado linfa) y lo utiliza para limpiar el tejido intercelular de patógenos, proteínas, restos celulares o bacterias. Si la linfa no se elimina como es debido, penetra en el tejido circundante y hace que parezca más gordo y blando. Cuanto más líquido linfático penetra en el tejido, más firme y doloroso se vuelve el edema, lo que supone una gran tensión para tu piel. Esto hace que sea aún más importante cuidar adecuadamente tu piel, porque los patógenos pueden penetrar fácilmente en la piel agrietada. Las pequeñas heridas como un corte o un arañazo pueden infectarse rápidamente, y dañar aún más el sistema linfático.
¿Qué causa el edema en la pierna?
Si el trastorno del drenaje linfático es congénito, se denomina linfedema primario. Por ejemplo, los vasos linfáticos son demasiado estrechos, demasiado anchos o no hay suficientes. Una mala posición de los ganglios linfáticos también puede causar más adelante un linfedema. Alrededor del 80 % de los pacientes de linfedema son mujeres. Los primeros signos suelen aparecer durante la pubertad, entre los 20 y los 30 años, o durante el embarazo. El linfedema primario suele empezar en zonas alejadas del cuerpo: casi siempre se afectan primero los pies, ambos.
Si, por el contrario, sólo se hincha una pierna, puede ser un signo de linfedema secundario. Se desarrolla primero cerca del cuerpo, es decir, en la pierna o el brazo, normalmente tras una enfermedad oncológica con operación o radiación. Pero los accidentes, las inflamaciones, los parásitos u otras lesiones también pueden dañar el sistema linfático y provocar un edema más adelante.
Edema en las piernas: también puede ser lipedema
Si el contorno de los muslos y las nalgas aumenta de forma relativamente espontánea en ambos lados, también puede tratarse de un lipedema, un trastorno de la distribución de la grasa en el cuerpo, también conocido como «cartucheras». Las razones pueden ser cambios hormonales durante la pubertad o el embarazo, una deficiencia de testosterona o simplemente una predisposición hereditaria. Si no se trata, el lipedema se desarrolla y progresa, pasando por numerosas etapas, en las que el contorno de las piernas aumenta constantemente y acaba provocando retención de líquidos. Esto se debe a que, aunque el sistema linfático puede seguir funcionando normalmente en los primeros años, la creciente presión en la pierna tiene efectos desestabilizadores en los vasos linfáticos. Esto dificulta cada vez más el flujo linfático. Por eso, muchos pacientes que padecen un lipedema no tratado desarrollan tarde o temprano un linfedema. Es lo que se llama lipedema con linfedema secundario.
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¿Cuándo acudir al médico?
El linfedema no tiene cura. Pero la buena noticia es que cuanto antes se detecte, mejor se puede tratar, y así se ralentiza la progresión de la enfermedad. El médico te explicará qué medidas de tratamiento hay que adoptar y te recetará medias de compresión, como las VenoTrain curaflow. La autogestión es un componente importante de la terapia, al igual que el ejercicio regular y específico: ¡la aplicación curaflow de Bauerfeind te ayuda!
Es importante que tengas certeza desde el principio y puedas iniciar la terapia. Sólo un médico puede hacer un diagnóstico fiable. Si tienes hinchazón frecuente en las piernas o los pies, es aconsejable que conciertes una cita con tu médico de cabecera o con un especialista en linfología o flebología.
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